viernes, 30 de enero de 2009

Una de cal...

...Y un camión de arena para enterrarnos en nuestra fosa. Porque, a estas alturas de crisis, de una crisis que ningún experto parece saber de dónde vino, de una crisis que ningún marisabidillo encorbatado con máster MBA superchulo parece saber muy bien cuándo y cómo acabará... A estas alturas de crisis algo, por lo menos, ya vamos sabiendo. Y es, precisamiente, quiénes somos "nosotros" y quiénes son "ellos" enmedio de todo este desbarajuste. Nosotros somos los trabajadores asalariados, los parados, los autónomos, las pequeñas empresas y algunas de las medianas. Nosotros somos los que estamos sufriendo y pagando la crisis. Ellos son los bancos y las grandes multinacionales especulativas, los que manejan el dinero, el capital. Con toda esa guita que controlan, no crean empleo y riqueza para "todos". No, manejan la pasta para crear exclusivamente su propio beneficio. Avariciosamente, caiga quien caiga. Nosotros, y ellos.

En éstas andamos, aclarándonos con los pronombres personales del caos económico, cuando va y sale el sicario namber guan de Solbes, nuestro Zombi - Verdugo Ministerial de Economía. Sale un tal David Vegara en el diario haciendo unas declaraciones que no tienen desperdicio. Dejando muy clarito dónde se siente él más a gusto, si entre "nosotros" o entre "ellos". Pasen y vean...

Empieza el acólito de Solbes diciéndonos que el gobierno no puede obligar a los bancos (a ellos) a concedernos créditos a nosotros por decreto ley. Ah, ¿no puede? Pues su gobierno sí ha podido dejarnos a nosotros con el culo al aire ante el despido libre de trabajadores, la indefensión de los autónomos y la falta casi absoluta de ayudas económicas a la pequeña empresa. Y todo por decreto ley. A ellos no les meten decretazos, pero a nosotros sí.

Sigue don David diciéndonos que "confía" en que la situación se reconduzca a niveles normales. Y eso nos lo dice todo un Secretario de Estado de Economía. Que "confía", dice el tío. ¿Pero qué es usted, señor Vegara? ¿Un Secretario de Estado que puede y debe tomar medidas para detener este despropósito, o un ignorante chamán del Paleolítico ofreciendo sacrificios humanos sobre una piedra para que la cosecha del año sea buena?

No se vayan todavía, que aún hay más. El señor Secretario continúa rajando que, hasta ahora, ¡no se ha observado un descenso del crédito! Quizá se refiera a que ese descenso no se ha observado en el cuarto anillo de Saturno. Porque lo que es aquí, en la Tierra, ese descenso del crédito lo hemos sufrido todos y cada uno de nosotros. Cantidad de créditos para coches rechazados, cantidad de solicitudes de hipoteca pateadas, cantidad de líneas de crédito y débito de pequeñas empresas eliminadas de un plumazo... Ellos nos han cortado el crédito, a machetazos. Y nosotros, a estas alturas ya no tenemos ni cómo pagar el sitio para caernos muertos. Menos mal que, a renglón seguido, el infame sicario ha admitido que "hay empresas y familias que tienen más dificultades para acceder al crédito". Así, como si fuesen cuatro y él los conociera. Oiga, que parados hay tres millones largos, sin crédito. Que la concesión de hipotecas ha descendido en un noventa por ciento. Que, si cualquier pequeña empresa acude a su banco o caja a preguntar por eso de los créditos ICO del espléndido Plan E del Petazeta, lo más que consigue son unas cuantas carcajadas sin intereses. Y vuelva usted mañana.

Para rematar la faena, no se le ocurre nada mejor que hablarnos del final de la crisis. Y dice que para fin de año, "veremos la luz al final del túnel". Efectivamente, eso es lo que veremos la mayoría de nosotros. La luz al final del túnel es lo que se ve cuando la palmas, ¿verdad, David? Ellos, lo que verán será aumentar como todos los años sus cuentas de beneficios. Este año, en plena crisis, el Santander pilla ocho mil ochocientos millones de euros. El BBVA, cinco mil y pico. Nosotros pillamos la cochina calle, la cola del paro y la ejecución de la hipoteca. Gracias por los ánimos, Vegara, chavalote. Todo un amigo. A modo de puntilla, nos recuerda lo que han subido los niveles de incertidumbre económica últimamente. Claro, la incertidumbre que ellos han creado haciendo lo que les ha salido de los huevos, la incertidumbre que ustedes han permitido no controlando una mierda de lo que ellos hacían, y la incertidumbre que nosotros, sólo nosotros, sufrimos con el paro galopando desbocado y la hipoteca que se nos come hasta la chapa oxidada de la nevera.

Así que, señor Vegara, insisto. Sus declaraciones no tienen desperdicio. Bueno, sí, un poco sí que tienen. El único desperdicio que tiene su discursito es, precisamente, usted, señor Vegara.

5 comentarios:

Naveganterojo dijo...

Me ha picado la curiosidad de ver quien se ha apuntado hoy a seguir mi blog, y veo medio acojonao una hoz y un martillo, pincho el esa hoz y...anda coño, si no tenia puestas las gafas de imternet, pero ya de puestos he entrad a caciquear en tu casa, una casa que veo limpia, nueva, muy atea,(cosa que me encanta,ja,ja), anticlerical,(cosa que me gusta mas), y anti sistema, (bueno yo de eso no entiendo nada, pues el sistema solo sirve para ver las pelis en cinco punto uno,(yo tengo un sistema de esos,ja,ja,).
En fin, que me ha gustado lo que he leido y pretendo volver con tu permiso.
Un saludo

Luis Caboblanco dijo...

Un Master, lo digo por experiencia, no garantiza nada de nada... al menos en lo personal.

Anónimo dijo...

Ultimamente se me viene algo a la cabeza y no sé si estaré muy equivocada.Me refiero a que si tendremos que tomar como ejemplo aquella fuerte movida popular que tuvo Argentina en el año 2001.Ese pueblo, que se mantuvo en la pena e incertidumbre, producto de la incapacidad de sus gobernantes, los que permitieron la total libertad a los bancos,de hacer lo que se les venía en ganas con el dinero de la gente.
Se me da por preguntar...¿No te dan ganas de coger una cacerola y salir a la calle,pararte frente a la puerta de algun banco a reclamar lo que se te está negando? o mejor dicho recordarles ese Artículo constitucional que se les olvida; ese que dice que "tenemos derecho a una vivienda digna" y todo eso...
Bueno, simplemente por curiosidad...no te dan ganas de plantarte frente a algun edificio de un organismo oficial?,como lo hicieron esos argentinos hartos de tanta estupides cometida por esos "dirigentes" de turno,por llamarlos de alguna forma.
Sino es necesario ir tan lejos para tomar como ejemplo y hacer público de una vez esa indignación que se nos acumula día trás día, mira aquí cerca nada más,Francia ya salió a la calle.
Y me sigo preguntando...¿Hasta cuando?¿A que esperamos?¿Debemos dejar que nos hagan ésto?
Despierta España de una vez por todas...que si soy capaz de levantarme de la cama un domingo para ver un partido de Rafa Nadal, o ahora que estoy en el paro con mayor razón aún.Vecino,crees que no te acompañaría cacerola en mano o a grito pelado para reclamar y expresar mi descontento.Yo me apunto y el que quiera que nos siga...Ahora pregunto...¿vienes conmigo,compañero? o prefieres irte al bar con tus colegas a seguir llorandoles tus penas?
Te lo dejo picando...osea,reflexiona y piensatelo...que yo te espero en el portal cacerola en mano.

Rafa Garzó dijo...

Estimado Navegante Rojo:

Gracias por tu comentario y tus ánimos. Considérate bienvenido a esta tu casa siempre que te apetezca pasarte. Encontrarás la puerta abierta. Efectivamente, te suscribo lo de ateo (sin atacar a ningún creyente), anticlerical (devolviendo los ataques recibidos de la Iglesia) y antisistema (intentando construir uno mejor). Mis sinceras felicitaciones por tu blog, que es cojonudo. Un abrazo.

Rafa Garzó dijo...

Estimado Webmaster:

Efectivamente, tal y como ha quedado demostrado con esta especie de plaga bíblica que sufrimos los currantes y aprovechan los mangantes, tener un máster no garantiza nada de nada. La cantidad de tiburones modelo New York Stock Exchange que pululaban por los corredores del poder económico no ha servido para prever, ni mucho menos evitar, esta catastrófica debacle. Antes de que la crisis rompiera a llover, ni ellos ni sus jefes parecían tener ni la más remota idea de lo que se avecinaba. Y ahora que ya nos caen sapos en chaparrón, tampoco tienen ni pajolera de cuándo y cómo acabará esto. Así que tienes toda la razón: Tener un máster no garantiza nada.

No quisiera, sin embargo, que vieses mi comentario como un menoscabo generalizado a todo aquél que tenga un máster. Nada más lejos de mis intenciones. Me refería exclusivamente a esos tiburones de los que te hablo más arriba (y sus jefes, sobre todo sus jefes), que han acabado resultando ser rémoras para todos nosotros.

No quiero dejar pasar la ocasión de felicitarte por tu blog, del que soy seguidor. La Historia me apasiona y disfruto leyendo tus comentarios. Enhorabuena, y espero leerte de nuevo.