martes, 2 de diciembre de 2008

Solbes, Sacyr, Lukoil y la madre que los parió

Nos dice el tío Solbes, a fecha de hoy, que apuesta por que Repsol siga siendo una empresa "gestionada por España". Pues nuestro señor ministro ya ha perdido la apuesta, sin que siquiera se juegue el partido con los rusos.

Porque, vamos a ver... Que se sepa, Repsol es una empresa privada. Una sociedad anónima. Y, según las reglas del sistema capitalista, libremercadista, liberal y cabrón en el que unos pocos juegan y que la mayoría padecemos, que una empresa esté constituida como sociedad anónima viene a querer decir que está en poder de unos señores que son propietarios de pedacitos de la empresa, vulgo acciones. Unos señores privados. Muy privados. Anónimos, por propia definición. Sociedad anónima, recordemos. Unos señores sujetos, simplemente, a las "reglas del mercado".

Porque aquí, en Leshoto y en Papúa - Nueva Guinea tenemos "libertad de mercado" y "reglas de mercado". Unas reglas que, normalmente, brillan por su ausencia. Y más cuando el propio ministro aboga por la mínima intervención estatal en la "libertad de mercado". Por otra parte (o por la misma según se mire), la nacionalidad de los propietarios de las acciones no implica obligaciones adicionales además de las consustanciales a la ya mencionada "libertad de mercado". En otras palabras, que los accionistas (sean éstos de Repsol, de Sacyr, de Lukoil o de la figa de la Bernarda) pueden hacer con sus acciones (y por ende con su empresa) lo que les salga del moño. Que, normalmente, y siguiendo los principios de la "libertad de mercado" suele acabar siendo la búsqueda del máximo beneficio. Caiga quien caiga, pese a quien pese, reviente quien lo haga y entre o salga en crisis todo el mundo mundial. Aquí estamos para lo que estamos, señores. Para ganar pasta por un tubo. Y nos importa un carajo verde ser españoles, gabachos, gringos o nepalíes. O eso, o que me diga el señor ministro dónde está escrito que un capitalista español se va a portar mejor que uno ruso en caso de ser necesario. ¿Qué, los accionistas españoles van a "apretarse el cinturón", siguiendo la receta que cacarea el tío Solbes para todos, pero que en realidad sólo es para nosotros, los trabajadores si es que aún trabajamos? Y una mierda. Perdone usted, y una mierda. Van a hacer lo de siempre, lo de la "libertad de mercado": Ganar toda la pasta que puedan, sin mirar pelo y sin dejar títere con cabeza. Porque el capitalismo es eso: Atila, Bucéfalo y sus Hunos a escala planetaria. La Barbarie, con mayúscula.

Así que ya está bien, señor Solbes. Bueno, usted y todos los que están gastando saliva, tinta y minutos de informativo mareándonos con la historia de Repsol - Sacyr - Lukoil. Compre quien compre, venda quien venda y trapichee quien pueda, el resultado va a ser el mismo: Una empresa privada que explota un recurso público de modo que resulte en el máximo beneficio. Beneficio privado. No español, pri-va-do. En otras palabras, lo de siempre. Y España, señor Solbes, no gestiona Repsol. Hace mucho que no la gestiona. Exactamente, desde que fue privatizada. Y seguirá sin hacerlo, acabe como acabe esta vulgar compraventa de mercachifles libremercadistas.

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